~ "Get Back" (2021) de Peter Jackson.
¿Ya vieron Get Back?
Personalmente, demoré mucho en concluir el visionado de la segunda y tercera parte, principalmente por la desmesurada duración. Pero lo cierto es que es un material fascinante.
La agudeza del recorte y la selección de una vastísima cantidad de archivo y registro, más la calidad técnica de los procesos de remasterización que ignoro profusamente, y sumado a la destreza y precisión que supieron tener los técnicos de sonido y operadores de cámara en aquel contexto que parece tan lejano, consolida la coherencia de esta "entrega" de 468 minutos y arroja posibles reflexiones:
De tan pulido y vistoso que resulta ser esta pieza de representación transparente y natural de un momento tensionante en la carrera de los de Liverpool, se asoma un reenvío retórico a eso que algunxs teóricos (como Roger Odin) llamaron la "lectura documentalizante" en un material que, inicialmente, es edificado como una ficción. La bienvenida "interferencia" de lo real, de la documentalización de lo real, como una estrategia de refuerzo dramático ficcional.
Ahora bien, Get Back no tiene ni una gota de ficción... ¿o sí? ¿Cuánto se estaban aguantando gritar o exclamar nuestros preciados protagonistas? ¿Cuánto fingieron en esas sesiones apresuradas? ¿Cuántas miradas amigables y bondadosas fueron verdaderamente reales? ¿Cuánto condiciona una puesta en escena a través del dispositivo del cine (cámara, luces y micrófono) a este puñado de estrellas que, a esa altura de la década sesentosa, ya estaban hartas de la sobreexposición?
Preguntas que reflotan y que aparecen inexorablemente cuando la cámara se estanca, durante más de cinco minutos, en un primerísimo primer plano del rostro barbudo y consternado de Paul, justo antes de decir: "Lo hicimos bien, pero estamos cansados".
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